MAGDALENAS DE CHOCOLATE (especial novat@s)

En sólo 30 minutos...30 mi-nu-tos! te lo puedes creer? En un momentito tienes estas deliciosas magdalenas para comerlas cuando te apetezca. Sin líos de espumar los huevos con el azúcar, ni complicaciones.
No son empalagosas, ni grasas, como las muffins que se confeccionan con kilos de mantequilla...Son ligeras, elaboradas con aceite de oliva, con un sabor a cacao que te obliga a comer otra, y otra, y otra...vale,vale,vale...paramos que luego no cabemos en el biquini!
Podéis combinarlas con la receta de las magdalenas con pepitas de chocolate, que se elaboran prácticamente igual.






MAGDALENAS DE CHOCOLATE


INGREDIENTES (para unas 30):

- 200-250 g de chocolate negro para postres (yo puse 250g)
3 Huevos a temperatura ambiente
- 1 yogur natural o de plátano
- 125 g de aceite de oliva
 (1 medida de yogur)
- 210 g de azúcar normal (2 medidas de yogur)
- 240 g de harina (3 medidas de yogur)
- 1 sobre de impulsor (levadura Royal)
- 1/2 lima
- 1/2 vasito de licor de anís (opcional)
- Cacao o azúcar glas para espolvorear
- Cazuelitas de papel para magdalenas o cup cakes

ELABORACIÓN:

Llenamos un molde para cupcakes con las cazuelitas de papel.

Fundimos el chocolate al baño maría o en el microondas en intervalos de 30 segundos. Dejamos anteperar.
Precalentar en horno a 180ºC (el ventilador o arriba y abajo)
Mientras, en un bol, añadimos los huevos. Los batimos un poco con varillas eléctricas.
Vamos añadiendo los ingredientes a los huevos de uno en uno y batimos cada vez: el yogur, el aceite, el azúcar, el chocolate (batimos bien para que se incorpore totalmente), la harina+la levadura (en 3 veces), y, por último, el zumo de la 1/2 lima (exprimir con la mano) y el licor. 
Batir unos 2 minutos para que todos la masa quede bien emulsionada. Qudará una masa bastante espesa.
Ahora, llenamos la mitad de las cazuelitas de papel para magdalenas y al horno, unos 15 minutos o hasta que la masa se cuartee y esté seca en su interior al pincharla.
Dejar enfriar y espolvorear cacao en polvo o azúcar glacé por encima, ayudándonos de un colador.
































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