CRÈME DE COURGETTES

Hola a tod@s!

Hoy un plato fácil, fácil pero muy bueno. Sienta muy bien en estos fríos días de invierno.
Se trata de una crema de calabacín, pero con un toque de ajo y puerro, que le da muy buen sabor. También lo decoraremos con un poco de crema de leche y jamón serrano. Claro que todo esto es opcional, queda muy bueno añadiendo un par de "quesitos" y un poco de bacon triturado, en vez del jamón...
¿Empezamos?


























CREMA DE CALABACÍN

Ingredientes:

-3 calabacines
-1 cebolla
-1 puerro
-1 diente de ajo
-2 patatas pequeñas o 1 mediana
-Jamón serrano( opcional)
-Crema de leche (opcional)

Nota: Éstos son los ingredientes para unos 6 comensales pero, si es para catering, podrían salir unos 30 vasitos.




PREPARACIÓN:
Pelamos y picamos el diente de ajo. Lavamos el puerro y lo picamos. Pelamos la cebolla y la cortamos en mirepoix (picada).
Ponemos una olla al fuego con unas 3 cucharadas de aceite de oliva 0,4º.



A continuación, rehogamos unos segundos el ajo en el aceite caliente, no humeante (con mucha precaución, si se quema amarga). Si éste paso lo vemos muy complicado, podemos tirar el ajo a la vez que el puerro. Añadimos el puerro, le damos un par de vueltas, y la cebolla. Removemos para mezclarlo todo muy bien.


Lo dejamos a fuego moderado, en vitro o inducción sería un 6.

Mientras, iremos cortando los calabacines sin extraer su piel, previamente lavados. La piel contiene mucha fibra y vitaminas.

Vigilemos el sofrito, vueltecita por aquí, vueltecita por allá.

Una vez troceados, los incorporamos al sofrito. Salaremos: una cucharadita de café, de momento. En éste caso, más vale que falte que no que sobre. Luego ya rectificaremos, si hace falta. Pensad que le pondremos el jamoncito, que ya es salado.




Subiremos un poco el fuego, al 7. Un par de vueltecitas más y añadimos agua o caldo de pollo, hasta cubrir. Con agua queda muy bien, tampoco hace falta complicarse, pero con el caldo le daremos más sabor. También le podemos incluir un hueso de jamón al agua de cocción pero, cuidado, recordad que quedará más salado. Si lo hacéis, suprimid el paso de añadir sal hasta que no esté terminado y lo probéis.



Pelamos las patatas, las troceamos y las añadimos al cocido. Para cocer patatas, siempre hemos de partir de agua fría. Es la forma correcta de hacerlo, pero tampoco pasaría nada si el agua ha empezado a hervir, no hay que hacer un drama, ya que una vez cocido lo trituraremos todo.



Mientras, picamos el jamón. Lo sofreímos en una sartén con un chorrito de aceite, hasta que quede crujiente, removiendo continuamente para que no se queme.




Vale, comprobemos nuestro guiso: las patatas tienen que estar cocidas y, para saberlo, podemos pincharlas con un palillo o con un cuchillo y tienen que estar muy blanditas. A simple vista se ve.



Lo trituramos todo con un brazo eléctrico hasta que quede una crema. Luego, la pasamos por un colador y nos ayudamos de un cucharón para que pase por la malla. Esta finísima crema, la pasamos de nuevo a la cazuela, la probaremos y, en caso necesario, rectificaremos de sal (cuidado que llevará el jamón). Por último, la levantaremos, es decir, le daremos un hervor y la volveremos a probar.




Ya podemos presentar nuestro plato. En el caso de un catering, podemos servir vasitos de chupito: hacemos una base de crema de leche (poca), rellenamos con la crema y adornamos con el jamón.
En el caso de ser un entrante o primer plato, ponemos en un cuenco, con una gota de crema de leche encima. Nos ayudamos de un cuchillo para hacerle forma de estrella y ponemos el jamón en el centro.
Bon
appétit!






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